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El titanio se caracteriza por su bajo peso, alta resistencia y excelente resistencia a la corrosión, lo que lo convierte en el material ideal para la ingeniería aeroespacial y los componentes biomédicos.
El titanio es un metal refractario que se puede alear hasta alcanzar una resistencia similar a la del acero, pero con un 40 % menos de peso. Como resultado, el material se utiliza normalmente para aplicaciones en la industria aeroespacial.
Gracias a sus propiedades únicas, el titanio se puede alear fácilmente con otros elementos, por ejemplo, hierro, aluminio, molibdeno, vanadio, etc. Las aleaciones con titanio suelen tener la misma resistencia, resistencia a la corrosión y peso que el titanio puro. Sin embargo, con las aleaciones de titanio, se pueden mejorar las propiedades preferidas añadiendo determinados elementos a la composición. En consecuencia, las aleaciones de titanio se pueden utilizar en una mayor variedad de aplicaciones.
Además de su bajo peso y alta resistencia, el titanio también tiene una superficie de dióxido de titanio que le confiere una resistencia excepcional a la cavitación, la erosión y todo tipo de corrosión, lo que lo convierte en una opción ideal para aplicaciones industriales en entornos extremos.
Ventajas de las aleaciones de titanio
Alta resistencia
Ligero
No magnético
Buena resistencia al frío y al calor
Excelente resistencia a la corrosión
Alta conformabilidad